El dolor de espalda (lumbalgia) es un problema de salud muy frecuente que se suele presentar a partir de cierta edad y que puede aparecer y desaparecer durante un periodo de varios años.
Las lumbalgias suelen deberse a lesiones en los músculos, tendones o ligamentos que sostienen la columna vertebral. Los médicos la denominan lumbalgia “aguda” cuando dura menos de seis semanas, y “crónica” cuando permanece más de tres meses.
En la mayoría de los casos, la causa del dolor de espalda no es grave y el dolor desaparecerá con tratamiento de osteopatía.
En el caso de los pacientes con lumbalgia aguda, un estudio alemán reciente confirma que la manipulación vertebral, una de las “herramientas” del osteópata, reduce el uso de los antiinflamatorios.
Cerca del 95 % de las lumbalgias agudas desaparece en breve plazo, pero en un tercio de los casos vuelve a presentarse dentro del mismo año. Más del 50 % de los pacientes presenta una evolución favorable en dos o tres meses.

La mayoría de los dolores de espalda están relacionados con la tensión de un músculo o ligamento. Pero también existen dolores de espalda que afectan a los nervios de la espina dorsal, produciendo dolor en las nalgas y en toda la pierna hasta los dedos del pie, lo que se conoce como síndrome ciático, ciática o lumbociática, objeto de nuestro estudio.
La lumbalgia aguda y la ciática son las causantes de numerosos accidentes de trabajo. Se estima que en España superan las 130.000 bajas cada año.

La ciática alude al dolor agudo -parecido a una descarga eléctrica- e intenso en la zona lumbar que se irradia hacia los glúteos por inflamación del nervio ciático, como consecuencia de un pinzamiento o bloqueo vertebral.
A este dolor se asocia una contractura muscular a lo largo del recorrido del nervio, siendo ésta en la cara anterior o posterior del muslo y en los pies. Otros síntomas son hormigueos y adormecimiento de glúteos, piernas, talón, antepié y dedos, e incapacidad para realizar algunos movimientos.
El mencionado dolor es muy lacerante, punzante y profundo, y aumenta con el movimiento. Este síntoma nos indica posibles fallos anatómicos o biomecánicos que sufre el paciente en cuestión. Si el dolor está presente en la cara anterior del muslo se trata de una cruralgia.
La ciática, también conocida como lumbociática, es una de las mayores consultas médicas que se realizan en la población.

as causas pueden ser muy variadas, destacando las hernias discales, las diatesis reumáticas, las diabetes y determinadas enfermedades infecciosas, sin descartar tumores vertebrales, enfermedad de Kahler o de Hodgkin.
También suele producirse por exposiciones al frío, o a la humedad, esfuerzos musculares, lesiones del nervio, estreñimiento, choques emocionales, etc.
Las limitaciones del movimiento y las posturas antálgicas tienen su origen en la irritación de las terminaciones nerviosas libres en el interior de las propias estructuras a la altura lumbar y glútea. Otras causas son estenosis del canal vertebral por compresión de la raíz en el canal raquídeo, (causada por protusiones, hernias discales, o artrosis) traumatismo, presión ejercida por un tumor, un absceso, una espondilólisis, contractura muscular en el glúteo y el síndrome del piramidal.

Las ciáticas son patologías frecuentemente tratadas en una consulta de osteopatía. Para tratar la ciática, la osteopatía propone un conjunto de prácticas manuales que sirven para tratar las disfunciones que el paciente pueda tener en la zona afectada (articulaciones, musculatura, esqueleto), con el fin de aliviar los dolores y evitar la reaparición de los mismos.
El trabajo en cada paciente es muy relativo ya que son numerosas las causas que pueden provocar una ciática, es por ello la importancia de un diagnóstico previo detallado a fin de corregir esta molestia para evitar así nuevas recidivas.
El osteópata tratará de identificar si es una ciática o una pseudo ciática, una curalgia, una ciática común o lumbociatica para aplicar la terapia más idónea

Un tratamiento eficaz para este tipo de patologías mediante la osteopatía, supone más de una sesión, sería erróneo pensar que con un par de sesiones el problema se resolverá, si bien hay casos que desde la primera sesión ya notan mejoría, sobre todo en las protusiones, la media para disminuir el dolor y ganar movilidad es de 6 a 10 sesiones. Según los estudios realizados por Cox-Leander, y F. Richard, con la técnica de flexión-distracción que se realizan con camillas especiales (como la camilla Manuthera disponible en nuestra clínica), siguen el siguiente protocolo en el tratamiento de la hernia.

10 primeros días: 3 sesiones de tratamiento.

20 días posteriores: 2 sesiones de tratamiento.

30 días posteriores: 1 sesión de tratamiento.

Consiste en tres fases:

1. En primer lugar se realiza una exploración para evaluar los síntomas de la ciática, así como su causa y la necesidad del tratamiento.
2. Al iniciar el tratamiento, el osteópata se centra en el tejido blando de la zona afectada mediante técnicas manuales.
3. Finalmente trabajaremos en la zona de los huesos afectados, para normalizar la zona lesionada y reducir los dolores.

Cualquier tratamiento osteopático requiere un diagnóstico real previo que nos permita descartar una ciática causada por una hernia discal.